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Edición electrónica Diciembre 2001 |
(Tomado del Boletín de Discusión Interno # 4, editado por el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), Buenos Aires, 19 de Diciembre de 1975) |
Resumen de la intervención oral del compañero Nahuel Moreno, efectuada ante una delegación de la dirección del Socialist Workers Party (SWP) de los Estados Unidos, formada por los compañeros Joe Hansen, Jack Barnes, Peter Camejo, Ed Shaw, Barry Sheffard, y Marie Alice Waters, antes de la Convención Nacional del SWP.
1 - Debido a que nos llegó tarde Key Issues , mientras nos visitaba el compañero Ed , no hemos tenido tiempo de hacerles llegar nuestras críticas por escrito. Quizás este accidente haya sido con suerte, ya que la discusión oral nos permitirá precisar, si de verdad las profundas diferencias que a nuestro entender tenemos con vuestro borrador, exisiten o no. Una crítica escrita quizás hubiera dificultado las aclaraciones y la posibilidad de un acuerdo, ya que hubiera ensanchado las brechas existentes o imaginarias.
2.- Si se confirmara que tenemos posiciones incompatibles, como en principio creemos, debemos esforzarnos por dar un alto ejemplo de seriedad bolchevique a todo el movimiento trotskista internacional. A esos efectos traemos dos proposiciones que queremos discutir con Uds., antes de plantearlas a la fracción, para que nos digan cual es la que creen más conveniente política y organizativamente para la marcha de ella. La primera, que se retire Key Issues del temario de la fracción para reemplazarla por un programa común para Portugal en todo lo que estamos de acuerdo, dejando para la discusión en las filas de todo el movimiento los puntos o temas en los que no estamos de acuerdo. La segunda, que nos retiremos fraternalmente de la Fracción, precisando bien los puntos en los que discrepamos, para seguir la discusión que nos permitirá, no dudamos, a un plazo más o menos cercano, reunificarnos en una fracción común si es que desgraciadamente sigue la lucha fraccional contra la mayoría. Uds. dirán cuál variante es la más conveniente.
3.- Para ir derecho al grano les diremos que nosotros no podemos votar una resolución como Key Issues , que a nuestro entender da esencialmente uin programa democrático y no transicional para Portugal y una perspectiva evolutiva, no revolucionaria. La síntesis de nuestro documento y de nuestra crítica la podemos centrar en el párrafo en el cual Uds. precisan las perspectivas más generales para la lucha de clases en Portugal: El futuro del movimiento de masas depende de la manera en que las conquistas democráticas son defendidas por el movimiento de masas de la clase obrera y el campesinado, cómo se las utiliza en luchas para mejorar sus condiciones de vida, y cómo se las propulsa para educar a las masas y promover la confianza en sí mismas, en el desarrollo de cuadros revolucionarios. (Cap. 3 de Key Issues).
Para nosotros esta frase es directamente bersteniana y no podemos votar a favor de un documento que en gran medida gira alrededor de esta frase. Si sacamos lo de cuadros revolucionarios, que no significa mucho más que las invocaciones de la socialdemocracia al socialismo, el resto de la frase, la manera en que las conquistas democráticas son defendidas por el movimiento de masas , cómo se las utiliza en luchas para mejorar sus condiciones de vida, Cómo se las propulsa para educar a las masas y promover la confianza en sí mismas , están indicando la posibilidad de un futuro de la lucha de clases en Portugal en la que se pueda defender las conquistas democráticas, mejorar las condiciones de vida, y educar a las masas y promover la confianza en sí mismas, sin el triunfo de la revolución obrera, es decir, sin tareas transicionales llevadas a cabo por el movimiento de masas, (las únicas tareas que encara esta frase para el futuro del movimiento de masas son democráticas y mínimas, mejoramiento del nivel de vida), sin plantear que sin la creación de órganos de poder obrero que hagan .la revolución socialista, dirigidos por un partido trotskista, no hay ninguna posibilidad de defender las conquistas democráticas , y mejorar las condiciones de vida . Dicho en otras palabras en Portugal avanzamos hacia la revolución socialista de los órganos de poder obrero en un proceso de revolución permanente o retrocedemos con el triunfo de la contrarrevolución burguesa que nos hará perder todas las conquistas y nos impedirá mejorar el nivel de vida . En Portugal no puede haber una etapa intermedia de la revolución que nos permita lograr en un futuro mantener las conquistas democráticas y mejorar el nivel de vida, si no es por el desarrollo de órganos de poder que vayan hacia la toma del poder.
4.- Nosotros creemos que es indispensable modificar radicalmente la redacción de ese párrafo y el documento en su conjunto para dejar claro que el futuro del movimiento de masas depende de la manera en que las conquistas democráticas, como las económicas y transicionales (nacionalizaciones) son defendidas por el movimiento de masas de la clase obrera y el campesinado, como se las utiliza en luchas para mejorar sus condiciones de vida, y como se las propulsa para educar a las masas y promover la confianza en si mismas, para que impulsen, desarrollen y defiendan y centralicen las comisiones de obreros, campesinos, moradores y soldados realmente existentes, o las funden si no existen, para que tomen el poder y hagan la revolución socialista, con un programa transicional, dirigidos por el partido trotskista.
5.- La segunda objeción que tenemos es con respecto a la caracterización del poder dual y nuestra política frente a él. Creemos que de vuestro documento como de los artículos de Gerry Foley se desprende claramente que en Portugal existe un fuerte poder dual, atomizado, embrionario, pero generalizado, que se manifiesta a todos los niveles y en todos los lugares, aunque esporádicamente, no adquiere un carácter permanente.
Key Issues , dice a este respecto muy claramente:
Los obreros en las fábricas y las masas pobres en los barrios se organizaron espontáneamente. A los patrones y rompehuelgas se los echó. Se apoderaron de las viviendas no en uso. Los obreros hicieron valer su derecho a hacer reuniones y organizar asambleas en las fábricas. Las fábricas se convirtieron en centros de discusión y actividad política. Comités democráticos de fábrica surgieron en casi todas las grandes fábricas. Estos se eligieron en asambleas generales con la participación de todos los obreros. (pág. 22).
Las más avanzadas formas democráticas revolucionarias que han aparecido hasta ahora en Portugal son las asambleas y comités de soldados y marineros que han aparecido en varias unidades en ciertos momentos. Sin embargo, éstos no se convirtieron en comités permanentes a gran escala salvo en la marina, que no es políticamente una rama decisiva de las fuerzas armadas. (pág 28) .. los obreros ya han declarado el control en muchas instancias para proteger sus intereses específicos frente a los ataques del gobierno, el sabotaje de los patrones y el creciente desempleo e inflación .(pag. 29).
Dejando de lado que creemos convenientemente que se haga un capítulo especial que reúna estos comentarios para señalar que son la máxima conquista organizativa y política del movimiento de masas portugueses, lo importante es que si agregamos a esos comentarios dispersos algunos más categóricos de Foley, llegamos a la conclusión que en Portugal hay un fuerte poder dual, a nivel de las empresas, que éste acompaña todo el ascenso del movimiento de masas, aunque como todo poder dual viva los vaivenes de la lucha de clases y, mucho más en esta ocasión, cuando ninguno de los partidos mayoritarios del movimiento obrero impulsa o defiende estos embriones atomizados, moleculares de poder dual.
Por el contrario, si una definición existe es aparentemente la opuesta: Los obreros portugueses están aún en un temprano estadio de organización (pág. 29, Boletín Discusión # 2). Esta afirmación la hace basándose en el hecho cierto que en Portugal no hay como en Estados Unidos y los países occidentales sindicatos de industria. Se olvidan que esta situación ya fue prevista por Trotsky como una superación de las formas tradicionales de organización de la clase obrera cuando cayera el fascismo y como una confirmación, agregamos nosotros, de la ley del desarrollo desigual y combinado.
Trotsky en el Programa de Transición al referirse al movimiento de masas de los países fascistas señala lo siguiente: Tan pronto como el movimiento asuma un carácter masivo, las consignas democráticas se conectarán con las transicionales; los comités de fábrica, podemos suponer, surgirán antes que los viejos rutinarios corran de sus cancillerías a organizar sindicatos; soviets podrán cubrir Alemania antes que una nueva Asamblea Constituyente se reúna en Weimar .
La falla esencial del documento es justamente no sólo no caracterizar los hechos que describe, sino algo mucho más grave, no darse una política para esos hechos. ¿Debemos o no seguir impulsando las ocupaciones de fábricas y tierras, los comités fabriles, su centralización y los comités y asambleas de soldados? Salvo las ocupaciones, que el documento señala de pasada como una tarea, las otras son completamente ignoradas.
La única tarea que se subraya para los obreros es: En esta situación la propaganda y agitación por sindicatos industriales y una estructura sindical única y democrática, se combina estrechamente con otras tareas revolucionarias y forma un componente esencial en el desarrollo de una respuesta concreta y revolucionaria a los intereses de los obreros (pág. 29, Bol # 2).
Para las fuerzas armadas esta ignorancia de una política y caracterización del poder dual, es verdaderamente lamentable. Lo único que se dice es que hay la lucha por los derechos democráticos de los soldados dentro de las fuerzas armadas , ni una palabra más. Nosotros preguntamos: ¿hay que luchar o no por defender o desarrollar en todas las fuerzas armadas las asambleas de soldados y los comités que existen ya en forma permanente en la marina y en forma esporádica en las otras fuerzas? Nos lavamos las manos frente a esos fenómenos fundamentales, que significan nada más, ni nada menos, que el surgimiento del poder dual en las fuerzas armadas? ¿Debemos o no lanzar la consigna que las otras fuerzas armadas organicen y desarrollen comités como ya lo hace la marina? ¿Debemos o no levantar la consigna que esos comités se liguen al movimiento obrero y que éste forme milicias con esos comités, formando soviets embrionarios de barrio de obreros, soldados e inquilinos? ¿Debemos plantearnos o no la elección de los oficiales en asambleas de soldados? En un documento general y estratégico, ¿debemos o no señalar que hay que poner como punto central la destrucción de las fuerzas armadas burguesas desarrollando el polo de organización autónoma de los soldados en íntima unión con la clase obrera? Y, por último, ¿no es esta política audaz de desarrollo del poder dual la única forma de lograr el armamento de la clase obrera?
6.- La tercera objeción tiene que ver con las nacionalizaciones y las otras conquistas del movimiento de masas y obrero, que no son democráticas, sino transicionales, como las ocupaciones de casas, o democráticas revolucionarias, como las de tierras. No se trata de describirlas, sino de caracterizar qué significan y qué política tenemos frente a ellas. En Portugal se ha expropiado el 60% o más de la propiedad burguesa. Especialmente la expropiación de los bancos y de los más grandes consorcios financieros nacionales, es una conquista transicional y no democrática. No es casual que esta colosal tarea de defender esas conquistas transicionales no sea caracterizada como expresiones del poder dual y no se plantee como fundamental defenderlas, ya que ni se las menciona.
Algo parecido ocurre con la revolución agraria en curso, con sus ocupaciones de tierras y el problema de la iglesia. Entre las tareas fundamentales señaladas por el documento no se dice una sola palabra sobre estas tareas fundamentales, que las masas portuguesas han empezado a llevar a cabo.
7.- El problema más pavoroso que enfrentan los trabajadores portugueses es el de la crisis económica y la desocupación. El documento ni se plantea el problema, ni intenta darle una repuesta. Aquí cabe elaborar un programa de transición que dé respuesta a la necesidad más urgente de las masas portuguesas: salvar su nivel de vida y trabajo.
8.- Tenemos muchas otras objeciones de detalle y algunas muy importantes, como las caracterizaciones del gobierno como bonapartista clásico y al MFA como una herramienta política directa de la burguesía y de los altos mandos. Pero todas esas diferencias en última instancia son secundarias si estamos de acuerdo en que la esencia del programa para Portugal y para todo país que pasa por una situación prerevolucionaria o revolucionaria es fundar si no los hay, desarrollarlos y centralizarlos si existen, aunque sea en forma embrionaria, los órganos del poder obrero y popular. Todo lo demás en lo que estamos de acuerdo, sobre la importancia de las consignas democráticas, etc., pasan a ser problemas tácticos de fundamental importancia, ya que sin una solución trotskista de ellos no hay posibilidad de lograr el objetivo estratégico que ya hemos señalado. Y sin precisar el objetivo estratégico adecuado, como las tácticas indispensables para ser llevado a cabo, no hay posibilidad de desarrollar y transformar en un partido de masas al trotskismo portugués.
9.- Estos planteos fueron respondidos por los cdas. Barnes y Hansen. La síntesis sumarísima de sus posiciones, que no nos corresponde efectuar y que dejamos que ellos la amplíen, fue la siguiente:
a) Jack Barnes señaló que no veía ninguna posibilidad ni necesidad, que nos separemos ni por un minuto, ni por un día. Hizo una exposición que fue resumida por nosotros en la carta que le enviamos al cda. Joe Hansen, el 21 de agosto del corriente año en los tres primeros puntos del capítulo Cuatro puntos principistas en los qué concordamos totalmente y discrepamos con la mayoría . Insistió que no veía diferencias y que las objeciones que habíamos señalado eran obviables en la redacción definitiva del documento. Insistió en dos o tres oportunidades que no veía la necesidad de la consigna de desarrollo y centralización de las comisiones obreras y de los comités de soldados porque se podía prestar a equívocos.
Sobre el poder dual señaló que era embrionario y que el problema era político, con qué consignas políticas lo debíamos desarrollar. Visto que había acuerdo principista sobre esas consignas no veía ningún problema para lograr un documento común.
b) Joe Hansen señaló que lo que habíamos dicho era grave, porque bajo ningún concepto podíamos dividirnos en este momento cuando la lucha de años en común contra la mayoría nos enfrentaba a la etapa en la que esa lucha era más clara, mas principista que nunca. Esa unidad de tan larga tradición nos obligaba a entrar en la nueva etapa más unidos que nunca.
Dijo que no había inconvenientes en modificar el téxto, no porque considerara que éste estuviera equivocado, sino, como en el caso de la frase que habíamos acusado de bernsteneiana, porque si compañeros como nosotros la considerábamos confusa había que tomar este hecho como un síntoma que frases como esa podían oscurecer la verdadera posición del documento. Dado que él había leído nuestro documento en Revista de América y no veía diferencias de principio entre nosotros, consideraba un grave error que no llegáramos a un acuerdo. Las fallas que nosotros señalábamos no eran tales porque el documento daba por sentado que estábamos por el programa de transición.