Jose F. W. Lora Cam

 

 

El mito del Siglo XX

(Crítica a David Sobrevilla Alcázar)

 

 


Redactado: Entre 2007 y 2010. (Es posible que las tres partes hayan sido escritas en periodos separados. En tal caso, revisando las bibliografias adjuntas a cada una, notamos que la primera parte fue escrita no antes de 1992; la segunda, no antes de 2004; y la tercera no antes de 2007.)
Fuente del texto: José F. W. Lora Cam, personal website.
Esta edición: Marxists Internet Archive, julio 2019.


 

 

PRIMERA PARTE

 

I. ATEISMO

El caso aparentemente más controversial – soterrado por diversidad de causas – es el del profesor David Sobrevilla Alcázar, que en las últimas tres décadas ha anonadado el pensamiento filosófico peruano a partir de su producción intelectual que del pensamiento nacional solo han quedado escombros.

El problema del profesor de filosofía huanuqueño es que ha establecido un conglomerado de tesis total y absolutamente discutibles: I.- Sobre las filosofías heterogéneas / homogéneas, II.- Sobre las filosofías universales y regionales III.- Acerca de las tareas de las filosofías regionales, IV.- Prescindiendo del problema fundamental, principal, de la contradicción, del materialismo y del idealismo durante 27 siglos.

Al dejar total y absolutamente fuera de la contradicción del materialismo y idealismo, ha borrado de un plumazo las contradicciones en las disciplinas, ramas, partes (no ciencias): 1.- Gnoseología, 2.- Lógica, 3.- Epistemología, 4.- Ética, 5.- Estética, 6.- Antropología Filosófica, 7.- Ateísmo, 8.- Filosofía Política, 9.- Filosofía del Derecho, 10.- Filosofía de la Educación.

Al eliminar la contradicción principal entre el materialismo y el idealismo en las diferentes disciplinas filosóficas sigue en su delirio de: 1.- La metafísica, 2.- La filosofía de la mente, 3.- La lógica filosófica (otra cosa es la filosofía de la lógica), 4.- La teología.

Consideramos que su delirio, estrictamente su alucinación se inicia en el Kindergarten de la “Pontificia Universidad Católica del Perú” y su cerebro es reprogramado en Tubinga (R. F. de Alemania) para reproducir el discurso filosófico europeo y particularmente el discurso filosófico alemán, y gracias al idioma alemán (Sobrevilla D., repensando la tradición occidental, P. XXI) a logrado el salto dialéctico de configurarse en un auténtico, legítimo pangermano, germanófilo, leal y fiel súbdito del Tercer Reich. Este es uno de los cientos de casos producidos con intelectuales del Tercer Mundo que son “Neocolonizados” (lavado de cerebro) regocijándose y regodeándose con los filósofos de los campos de concentración nazis de Aushwitz, Dachau y otros, los hijos putativos de Hitler: Heidegger, Gadamer y el neonazi de Habermas.

Otro problema fundamental del profesor de filosofía Sobrevilla reside en su Método, ¿Cuál es el método que asume este profesor?, Sobrevilla conceptúa que a través de veintisiete siglos – eso es lo que se desprende de todos sus escritos – todos los filósofos, tanto materialistas como idealistas no poseen diferencias. Todos son iguales, no existen diferencias entre materialistas y idealistas. La esquizofrenia esta a la vuelta de la esquina del Tercer Reich. Todos los gatos filosóficos son hermafroditas, no hay gatos materialistas ni gatos idealistas.

El problema de no reconocer el ABC de la historia de la filosofía: materialistas vs. Idealistas, es manipulado con tal perversidad que se utilizan los casos de Marx y Mariátegui para cubrir una total y absoluta ORFANDAD ideológica.

El problema de soterrar la contradicción histórica de la lucha del materialismo y del idealismo se agrava con un problema complementario: la orfandad bibliográfica. Existen cerca de un centenar de textos filosóficos, elementales, imprescindibles que el profesor Sobrevilla con su Comité de asesores bibliográficos desconoce. Tanta petulancia, soberbia, omnisciente, etc., para estrellarse con la cultura. Hay un problema de erudición, de seudo-erudición, la ignorancia que se oculta con una hipotética sabiduría inexistente.

Si ni siquiera puede tener en consideración la contradicción materialismo vs. Idealismo. Si ni siquiera puede aclarar o dilucidar que la cultura es: la moral, el arte, el derecho, la política, la educación, la ciencia y la filosofía. El profesor Sobrevilla es una tragedia, es una farsa que solo un pueblo semi-feudal y semi-colonial puede admitir como un intelectual culto, honesto y comprometido ¿Con quién, con Marx con Mariátegui? Esta es una farsa simiesca donde se presumen poses intelectuales para alienar a la pequeña burguesía arribista, acomodaticia, logrera, vende-patria.

 

II.

El primer problema que hay que dilucidar, explicar, aclarar, es el de establecer cuales son los objetivos, metas, etc., de la filosofía. A lo largo de veintisiete siglos los problemas, asuntos, temas, etc., se han formulado, confrontado, estructurado, etc., a partir de las denominadas disciplinas, ramas, partes (no ciencias) de la filosofía. Esta es la historia real planteada por la historia de la filosofía.

La problemática filosófica se ha desarrollado al interior de las disciplinas filosóficas. Y estas han formulado y reformulado los problemas “universales” (no grupales, ni individuales) al interior de: 1.- Gnoseología (conocimiento), 2.- Lógica (pensamiento) 3.- Epistemología (ciencia) 4.- Ética (moral) 5.- Estética (arte) 6.- Antropología filosófica (hombre) 7.- Ateísmo (religión) 8.- Filosofía política 9.- Filosofía del Derecho 10.- Filosofía de la educación

Pero aparece el ocurrente profesor germano nacido por accidente en Huánuco y nos dice de que “… la filosofía había desarrollado en América Latina algunos problemas distintos de los problemas clásicos: buscar una etnofilosofía en la propia tradición, determinar la propia identidad e instrumentalizar la filosofía a fin de lograr la liberación continental, regional o nacional y el desarrollo respectivo” (Repensando la tradición nacional, I. p/XXXI)

Estos planteamientos de Sobrevilla demuestra la grave confusión mental y estructural, que en medio siglo de estudio no ha entendido que una cosa es la problemática filosófica (a través de sus disciplinas, ramas o partes) y otra es la problemática de las seudo-ciencias (estrictamente tecnologías sociales) como la sociología, politología, antropología y otras. Es sorprendente que la filosofía en el “primer mundo” (capitalista, imperialista) presenta “problemas clásicos”. Y en el tercer mundo, vgr América Latina “desarrolla” problemas: “etnofilosóficos”, de “identidad” y de “instrumentalización de la liberación”.

El debate sobre la problemática filosófica se deduce de establecer la diferencias entre: 1.- Un filósofo, 2.- Un profesor de filosofía. El filósofo por su formación y su estructuración es plenamente consciente de las principales problemáticas de las disciplinas, partes o ramas de la filosofía, las cuales debe de abordar; y para adquirir el status de filósofo debe de desarrollar, aportar, contribuir. El profesor de filosofía Sobrevilla contagiado de algunas técnicas sociales (no ciencias sociales), vgr antropología, sociología asume problemas ajenos a la filosofía.

Para la configuración de una personalidad filosófica, o en otras palabras para la estructuración de una mentalidad filosófica, o la creación de un FILÓSOFO se requiere que se establezca un conjunto de premisas Gnoseológicas, Lógicas, Epistemológicas y otras para poder construir, estructurar CONSTRUCTOS filosóficos.

En el caso del profesor Sobrevilla sus consideraciones son tan nebulosas, fantásticas, fantasmagóricas que no tiene los parámetros para deslindar entre por una parte, desde la metafísica a la teología; y por otra parte, la ciencias, tecnologías, artes y humanidades.

Sobrevilla se ha extasiado tanto en el “saber”, en el “nivel”, en la “antideficiencia”, en el “antinfradesarrollo”, en la “antimediocridad”, en la “hipercrítica”, que podríamos establecer una larguísima antología de citas total y absolutamente folklóricas – filosóficas - , vgr. desde el mito hasta el pensamiento de Weber sin olvidarnos de sus tesis subrealistas sobre Marx y Mariátegui.

La crisis mundial en todas las estructuras sociales, económicas, políticas, culturales, morales, educativas, etc., determina que se promocionen mitos a nivel planetario como el falsable Popper con su trabalenguas neonazi del falsacionismo, la antinducción, la sociedad abierta, la ingeniería de la relaciones humanas y otras supercherías. Y en América Latina vamos desde un profesor de la universidad Ma Gill de Montreal – Canadá (famosísima por la intervención de la CIA. Klein N, la doctrina del shock Paidós, BsAs, 2007, pp. 60-68) y el ultrafamoso Mario Bunge, el más sabio “epistemólogo” que no distingue que es una ciencia de una técnica (vgr sociología, “ciencia” política, derecho, etc.) (Bunge M., la ciencias sociales en discusión, Sudamericana, Bs. As., 1999).

Y el climax de la mixtificación la observamos en otro argentino: el teólogo, el capellán, el sacristán Enrique Dussel, consagrado por los filisteos de la “intelligentscia” progresista.

 

III.

El trabajo de los historiadores de la religión ha consistido en desentrañar las más recónditas raíces de las mitologías religiosas. Los más grandiosos eruditos, vgr. Tylor, Muller, Frazer, Mauss, Strauss, y otros ilustres sabios han concluido de que todas las religiones están preñadas de: animismo, magia, totemismo, tabú, fetichismo.

Las tareas de los ilustrados historiadores de la religión deben de explicarnos como las más grandes civilizaciones del mundo antiguo, vgr., Mesopotamia y Egipto construyeron una serie de mitos religiosos que iban a ser apropiados o expropiados por los pueblos judíos, cristianos y musulmanes.

En nuestra opinión la filosofía – caso griego – surgió cuando los primeros filósofos llamados “físicos”, “naturalistas, “presocráticos”, en sentido estricto materialistas, vgr., Tales de Mileto, Anaximandro de Mileto, Anaximenes de Mileto, Heráclito de Éfeso, Jenófanes de Colofón, Empédocles de Agrigento, Anaxagoras de Clazomene y otros, dejaron de lado los mitos religiosos, expulsaron a los dioses de sus cerebros, deportaron a las deidades de sus conciencias, eliminaron las divinidades del pensamiento (Spirkin a, El origen de la conciencia humana, platina, Bs. As. 1965). (Nestlé W, historia del espíritu griego, Ariel, Barcelona 1975) (Nestlé W, del mito al logos) (Dodds, los griegos y lo irracional, Alianza Madrid 1980).

Todo intelectual medianamente informado entiende tanto la problemática religiosa como la problemática filosófica pero ocurre que el profesor Sobrevilla, con evidentes huellas traumáticas del Kindergarten denominado (Pontificia Universidad Católica del Perú) y reprogramado en la Alemania Imperial del III Reich no ha podido superar el trauma – o el síndrome del mito. Una revisión de su texto aludido nos demuestra que su patología consiste en otorgarle el status de “logos” al mito (Repensando la tradición nacional, T. I, pp. 47, 48, 49, 206, 207, T. II, pp.696, 697, 698, 701)

Debemos recordar que una parte del reflejo de la crisis, de la catástrofe, de la hecatombe, de la escuela se refleja en que los egresados de la escuela carecen de la comprensión lectora. Y este es el caso del profesor Sobrevilla a quien recomendamos recordar de que Mito es “Fábula, ficción alegórica, especialmente en materia religiosa” (Real Academia Española, Diccionario Manuel e Ilustrado de la Lengua Española, Espasa Calpe, Madrid, 1950, p. 1015).

El profesor Sobrevilla no ha entendido que todas las religiones son mitológicas. El mito es la explicación falsa, fantástica de la realidad. Todas las religiones dan explicaciones falsas, fantásticas de la realidad. Medio siglo de discursos entre la metafísica y la teología: ya no imaginamos los alumnos, los aprendices de la Decana de América: un ejercito de sacristanes, una tropa de monaguillos, una legión de chupacirios. Medio siglo de mixtificación (R.A.E., embaucar, farsa, burla, engaño, p. 1015).

La patología mitológica del profesor Sobrevilla que no solo esta inmerso en un proceso de alienación – carencia de la conciencia para explicar el reflejo fantástico o el opio del pueblo – sino en un proceso de alucinación que deambula entre la metafísica y la teología, lo ha conducido a sostener de que: 1.- Los mitos son racionales, son logos (razón), 2.- Las religiones no son mitológicas 3.- El cristianismo, según el teólogo Hegel es la culminación del proceso mitológico avalado por el mitólogo Mircea Eliade.

Los intelectuales comprometidos con el pueblo debemos estar premunidos de una mínima bibliografía para poder enfrentarnos a los profesores clonados por el Imperio en Estados Unidos de N., Europa o Asia y es en este contexto de que la bibliografía se constituye en una arma, en un instrumento para la guerra en contra de la ideología burguesa

La bibliografía no es artilugio para demostrar soberbia, vanidad, petulancia, etc., solo es un arsenal de la cultura para poder esclarecer la verdad, no para elaborar mamotretos metafísico teológicos para manipular la conciencia de los estudiantes, alienándolos a favor de la clase dominante con discursos relativistas, eclécticos, “sincréticos” (Ibid. op. c.r. T II, p. 473)

La bibliografía filosófica en castellano, contrastándola con la bibliografía en ingles, alemán, francés, probablemente es el 1%. Pero a pesar de que la producción bibliográfica es tan insignificante en castellano, constatamos que el profesor Sobrevilla ha omitido, ha “olvidado”, ha substraído más de un centenar de autores.

Si consideramos un promedio de cien autores que han trabajado cada uno, una media de cincuenta años concluimos de que este trabajo intelectual representa cinco milenios (5000 años). Omitir cien autores representa no solo una ligereza intelectual sino técnicamente un genocidio cultural. Es lamentable y doloroso que un profesor que ha dedicado mas de medio siglo a la actividad profesoral de la filosofía, que da muestras de una “ingente bibliografía” poliglota haya mostrado tremendas carencias, insuficiencias debilidades propias de profesores que no han sido clonados en el primer mundo.

Es probable de que al autor de esta crítica nos cuestionen por que omitimos otros cien autores pero, todo debe subordinarse a esclarecer la verdad.

En este contexto es que en esta primera observación del profesor Sobrevilla solo vamos a referirnos a la bibliografía referente a la mitología, a la historia de las religiones y “algo” de trabajos filosóficos.

El resto de la bibliografía será señalada en las próximas observaciones desde el quinto mundo, porque hemos descendido del tercer al quinto mundo gracias a la globalización, al neoliberalismo y a los traidores a la patria de Fujimori, Toledo, García, Castañeda, Lulú y el ejército de mercenarios pro-chilenos.

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SEGUNDA PARTE

 

I. HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

El discurso del profesor Sobrevilla esta construido sobre la base de un conjunto de parámetros total y absolutamente contradictorios que establecen, por una parte formulaciones metafísicas (ontológico, óntico; existencial - esencial) y por otra parte todos los discursos idealistas, metafísicos, incluyendo paradójicamente el discurso caricaturizado de Marx.

La precariedad de las estructuras conceptuales del profesor Sobrevilla se reflejan en que desconoce, “olvida”, “ignora” que a lo largo de veintisiete siglos la historia de la filosofía se ha dividido en dos posiciones fundamentales, principales, esenciales. Una posición, la idealista, que se ha visto representada paradigmáticamente en pensadores que han reflejado esta postura, caracterizada por la alienación, por la mitología, por la esquizofrenia, por la irracionalidad, formulada, vgr., Platón, Tomas de Aquino, Berkeley, Hume, Kant, Hegel, Neohegelianos, Neokantianos, Fenomenología (Husserl), filosofía de la vida (Bergson), Metafísicos (Alexander, Hartman, Whitehead), Pragmatismo (James, Dewey), Existencialismo (Heidegger, Jaspers), Neotomismo, Neopositivismo (Positivismo Lógico, positivismo lingüístico, filosofía analítica), post-estructuralismo (Derrida), post-modernismo (Lyotard), Hermenéutica (Gadamer, Habermas, etc.) y otros.

La otra posición la materialista, que se ha caracterizado por la desalienación por ser antimitológica, contraria a la esquizofrenia, esencialmente racionalista, formulada por: Demócrito, Epicuro, Ockam, Hobbes, Diderot, Holbach, Feuerbach, Marx, Engels, Lenin, Mao y otros. La posición del profesor Sobrevilla, de desconocer el ABC de la historia de la filosofía, de la lucha sempiterna entre el idealismo, por una parte; y el materialismo por la otra, demuestra un problema patológico, como buen germanófilo, como buen súbdito del Tercer Reich, el profesor no puede criticar, no puede cuestionar, no puede alzar la voz en contra de los pensadores de la cultura teutona.

El trabajo de los profesores germanos de Tubinga es meritorio. Al profesor Sobrevilla le han hecho perder la brújula de la filosofía, es incapaz de establecer diferencias cuasi fisiológicas, v.g.r., el “masculino” materialismo y el “femenino” idealismo. Tenemos que recurrir a analogías de la naturaleza para que algún día reaccione en busca de su identidad, porque el desventurado se ha extraviado en las categorías teológicas del cielo (materialismo) y del infierno (idealismo). Su alma ya esta penando en el reino de las walkirias o en el de los enanos Nibelungos.

 

II.

La falsificación, la mixtificación, y la revisión del pensamiento de Carlos Marx parte de la atribución de concepciones ajenas al discurso del genio de Treveris, formula criterios que no tienen una sustentación en la producción intelectual de Marx.

Sobrevilla se ha “inventado” un Marx de acuerdo a su gusto y capricho. Hubiera sido conveniente, necesario y objetivo señalar los contextos ideológicos en función bibliográfica y no de “supuesta autoridad”. Las aseveraciones per se – por sí solas – no dicen nada de nada, son simples especulaciones, arbitrarias y antojadizas.

1.- La primera observación establece de que: “Así, la división entre las clases piensa Marx que es un motor de la historia que se debe justamente a causas económicas” (Repensando la tradición nacional I. p. 142)

Lo que Marx y Engels han señalado en el famoso Manifiesto del Partido Comunista, de 1848: “La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases”

Hombres libres y esclavos, Patricios y Plebeyos, señores y siervos maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases en pugna” (Marx C., Engels, F. Obras escogidas, Progreso Moscú, s/f, pp. 32, 33)

Podemos proseguir largamente con las tesis básicas, fundamentales de Marx. Relacionada con la tesis anterior en 1867, precisó que: “La violencia es la comadrona de toda sociedad vieja que lleva en su entrañas otra nueva. Es, por sí misma, una potencia económica” (El capital, T I, F.C.E. México, 1946, p. 639)

Los intelectuales filisteos siempre han recusado a la violencia. Sobrevilla no es la excepción, en este texto es ajeno al problema; pero en otros textos es un apologista del pacifismo, de la no violencia, de condenar como un buen intelectual de estado: el terrorismo. No el terrorismo de estado sino el “terrorismo” de los de abajo, “el terrorismo popular.”

Engels en 1878 en el famosísimo “Anti - Duhring” en la sección segunda, Economía Política, en los apartados II, III y IV, bajo el rubro de “La teoría de la violencia y el poder” desarrolla la tesis de la violencia de Marx (pp. 151-178)

Dice Engels: “la violencia desempeña también otro papel en la historia, un papel revolucionario; de que, según la palabra de Marx es la comadrona de toda vieja sociedad que anda grávida de otra nueva; de que es el instrumento con el cual el movimiento social se impone y rompe formas políticas enrigidecidas y muertas” (Engels F. Anti-Duhring, Grijalbo México 1964, p. 177)

2.- El profesor Sobrevilla no solo confunde metafísicamente “división” entre las clases con la “lucha de clases”. Una cosa es “legitimar” la división social del trabajo (caso Durkheim) y otra es formular la supresión de la división del trabajo (comunismo). Una cosa es la posición racista de sustentar de que Occidente es el depositario absoluto de la racionalidad (Max Weber) y otra es señalar de que la racionalidad se inicio en Asia, en Mesopotamia y en Egipto, con la astronomía y las matemáticas que comienzan con la explicación, con la razón, a partir no de la pura explicación sino de las necesidades de los seres humanos. (Farrington B., Ciencia Griega)

Una cosa es legitimar la delincuencia (Durkheim) y otra cosa es formular la supresión de la delincuencia (socialismo). El profesor Sobrevilla postula de que Marx establece como alternativa de que “la revolución proletaria es siempre mundial” (Repensando la tradición nacional, I, pp. 436-518)

Esta aseveración del profesor germano no la sustenta en ningún texto de Marx. Sugiere que esta tesis se inscribe en el “Manifiesto del Partido Comunista”, pero es una estrategia mixtificadora sin sustento real. Es una tesis trotskista.

La revolución proletaria se suponía – se atribuyen los supuestos a Marx y Engels - que debía de producirse en los países que estaban a la vanguardia del modo de producción capitalista en el siglo XIX: Inglaterra, Francia y Alemania; pero el desarrollo de la lucha de clases determinó que fuese fundamentalmente el Asia, Rusia en 1917 y China en 1949, en el contexto de los países paradigmáticos.

3.- El tercer asunto que ha generado complejas contradicciones teóricas es el de la conceptuación de ideología por parte de Marx.

El Profesor Sobrevilla señala de que “en Marx la noción de ideología no se refiere tan solo ni en primer lugar a las teorías, ni siquiera únicamente al conocimiento, sino en forma bastante más amplia a una forma de conciencia social: a la falsa conciencia social discursiva. Las funciones de la ideología son dos: sociales (por ej., consagrar los roles determinados por la división del trabajo o bloquear la toma de conciencia de la clase trabajadora) y cognoscitivas (por ej., obrar como un reflejo invertido de las relaciones sociales y enmascararlas)” (Ibid, T II, p. 770).

La tesis postulada por Sobrevilla: de que la ideología de acuerdo a Marx equivale a “falsa conciencia social discursiva”, es una tesis que ha generado una polémica infinita.

En este contexto Terry Eagleton ha hecho un conglomerado de puntualizaciones, de las cuales solo señalaremos las iníciales por razones obvias, “cuando Marx y Engels comentan en La Ideología Alemana que las ideas dominantes de cada época son las ideas de la clase dominante, probablemente consideran que esta es una observación “genética”, dando a entender que estas ideas son las realmente producidas por la clase dominante; pero es posible que solo sean ideas que están casualmente en posesión de los gobernantes, al margen de su origen. Las ideas en cuestión pueden ser verdaderas o falsas; si son falsas, puede considerarse que los son de manera contingente, o bien puede considerarse que su falsedad es un efecto de la labor funcional que desempeñan en el fomento de interés turbio, o como una suerte de marca que contraen al esforzarse por racionalizar motivos sociales o caducos” (Eagleton, Ideología, Paidós, Barcelona, 1977, p. 70).

Eagleton insiste en la tesis de que ideología referida a su significación puede significar ideas verdaderas o falsas.

“La crítica de la ideología afirma a la vez que ciertas formas de conciencia son falsas y que esta falsedad es de algún modo estructural y necesaria respecto a un orden social especifico. La falsedad de las ideas, podríamos decir, forma parte de la “verdad” de una condición material de conjunto. Pero la teoría que identifica esta falsedad se desvanece de golpe, al denunciar una situación que simplemente por su condición de teoría, es incapaz de resolver. Es decir, la crítica de la ideología es al mismo tiempo la crítica de la crítica de la ideología. Además, no es como si la crítica ideológica propusiese incluir algo verdadero en lugar de la falsedad. En cierto sentido, esta crítica retiene algo de una estructura racionalista o de la Ilustración: la verdad, o la teoría arrojaran luz sobre las concepciones falsas. Pero esto es antirracionalista, en tanto lo que propone no es un conjunto de concepciones verdaderas sino solo la tesis de que todas las ideas, verdaderas o falsas, están basadas en la actividad social, practica y más en particular en las contradicciones que genera esta actividad” (Ibid, op. cit., pp. 103,104)

 

III.

Las observaciones al profesor Sobrevilla constituye aspectos casi secundarios: 1. La división entre las clases – no la lucha de clases, 2. La revolución mundial, 3. La ideología como falsa conciencia.

El problema de Sobrevilla es de que como una mentalidad mínimamente infantil, ingenua, candorosa, virginal, etc., ubica a Marx con un conjunto de pensadores burgueses con los que no tiene absolutamente nada en común, ese es el problema - no distingue la verdad de la falsedad, no diferencia lo bello de lo feo, no separa el bien del mal. El niño no ha logrado desarrollar las capacidades de análisis, síntesis, inducción, deducción, etc., no puede tener la capacidad de abstracción, de diferenciar la posición materialista de la idealista.

Es en este contexto de que Sobrevilla sostiene: “El pensamiento contemporáneo ha sido en este sentido acercando cada vez mas el espíritu a la materia - pensamos en Marx, Freud, Nietzsche, Heidegger, Sartre, Merleau Ponty” (Repensando la tradición nacional, I, T I, p. 21)

El profesor esta formulando dos tesis. La primera, de que el pensamiento contemporáneo esta acercando el espíritu a la materia, ¿Qué es lo que quiere decir Sobrevilla? Este es un galimatías que requiere un ocultista, o posiblemente un psíquico, un quiromántico, u cartomántico o patomántico para poder develar este ocultamiento, este texto esotérico, cabalístico, mitológico.

La segunda tesis es la que se refiere a ¿Cuál es la relación de Marx con el pansexualista Freud (debe leer a H. Wells), con el súper hombre enemigo del pueblo Nietzsche, y los existencialistas Heidegger, Sartre y Merleau Ponty.

Consideramos que es necesario y obligatorio establecer los principios fundamentales de Marx, para que no aparezcan niños encantadores de “discursos mitológicos” que pretenden “socializar” a materialistas e idealistas en la gran ronda del amor de los esclavos a sus amos, del amor de los siervos a los señores feudales, del amor de los proletarios a los burgueses. El niño no entiende de la lucha de clases, la criatura solo entiende del “amor” de los de arriba hacia los de abajo a través del “terrorismo de estado”, de “la criminalización de la protesta”, de la “represión institucionalizada”

Marx a lo largo de casi cuatro décadas (1844-1883) logro construir – lo que Engels señalo – la concepción materialista de la historia.

La concepción materialista de la historia se ha estructurado sobre la base de un conjunto de formulaciones teóricas referidas a:

1.- La base y la superestructura.

2.- El ser social y la conciencia social. Formas de la conciencia social: religión, moral, arte, derecho, política, educación, ciencia y filosofía (Concepción del mundo).

3.- Modo de producción: Fuerzas productivas y relaciones de producción. Principales modos de producción: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo, socialismo, comunismo.

4.- Clases sociales y lucha de clases

5.- Estado y revolución

6.- Masas, lideres y nación

En las dos ciencias sociales – cuyo status como ciencias es cuestionado por los idealistas – donde Marx descubrió dos leyes fundamentales fue en: 1. La historia a partir de la lucha de clases, y 2. La economía sobre la base de la plusvalía.

Estos aportes de Marx al pensamiento humano, expuestos por Engels en 1878 en su artículo “Carlos Marx” y en 1883 en el “Discurso ante la tumba de Marx” (Marx C., Engels. F., obras escogidas pp. 389, 391, 392, 451) configuran un pensador que no tiene nada que ver con todos los pensadores añorados, soñados, adorados, idolatrados, citados por el niñito Sobrevilla.

Marx es el materialista Marx y los otros – los otros – son los idealistas. Sobrevilla vive en un mundo de fantasías, de ilusiones, de alucinaciones, donde con su verbo mágico – exactamente metafísico – teológico - discurre en “universos” extraterrestres, meta-galácticos, espirituosos, espirituales, metapsíquicos, ocultistas.

Es en este otro contexto que la Bibliografía reviste como siempre la primera prioridad. Debo de agradecer a muchos especialistas marxistas (más de un centenar) que con sus eruditos trabajos me han permitido aclarar, esclarecer, ratificar – civilizar – mi concepción del mundo.

Autores como Bijovski, Cornforth, Huisman, Lukacs, Schaff, Sokal, Wells, y otros han contribuido tanto en el esclarecimiento como en el establecimiento de la verdad.

En esta bibliografía hemos actualizado la producción intelectual, en beneficio de la respetable intelligentsia lectora.

 

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TERCERA PARTE

 

I. DISCIPLINAS FILOSÓFICAS

El profesor Sobrevilla se constituye en un caso paradigmático que refleja la hecatombe, la catástrofe del imperialismo en el siglo xx, en que la crisis social, económica, política, moral, cultural, etc., va a repercutir directamente en la filosofía.

Si en los últimos treinta años los post-estructuralistas (Derrida), los post-modernistas (Lyotard), los hermeneutas (Gadamer, Habermas, Levinas, Ricoeur, Vatimo, Apel), se dan de bruces con la realidad, asumiendo poses histriónicas de escépticos, agnósticos, y nihilistas.

El Perú no podía permanecer ajeno a estos exabruptos, dando lugar a que el citado profesor, aparentemente “bien” informado, produjese un caso que supone ubicarse por encima de la normalidad – materialista o idealista – y con criterios un tanto sui generis – elabora constructos donde el relativismo, ultrarelativismo, el eclecticismo y el “sincretismo” (Repensando la tradición nacional I, p. 473) están a la orden del día.

Sobrevilla vive extasiado entre extremos, vgr. Metafísica – Teología, Filosofía y Ciencia, y entre Marx y el “resto” (Filosofía Idealista Contemporáneo), lo que da como producto un confusionismo espantoso, una mescolanza brutal de todas concepciones donde los no informados (mayoría absoluta) son anonadados de tal forma que creen que ultrarelativismo o “sincretismo” es sinónimo de sabiduría, de cultura, de erudición, etc.

Esta metodología globalizadora en que todo vale dentro del universal caos o desorden intelectual da como resultado una sumatoria de contradicciones que tiene atolondrados a gentes que del diletantismo han creado un modo de vida, toda una idiosincrasia, de ser, pensar y actuar como “snobistas”, parásitos de la cultura.

Encontraron un modelo donde el anarquismo conceptual es la tapadera de la mediocridad. Cerebros que han superpuesto estructuras contrapuestas, vgr., mito, ciencia, metafísica, teología, filosofía, que van a producir un caos conceptual, concentrado en el discurso de Sobrevilla.

Podríamos elaborar una antología de las contradicciones folklóricas de Sobrevilla. Aquí solo vamos a indicar algunas, pocas por razones obvias que demuestran esta seudocultura, esta farsa de información, esta “mediocridad de erudición”. Dice el profesor Sobrevilla “se puede caracterizar en conjunto la filosofía de Iberico como metafísica: como una gran meditación sobre la absoluto y sobre el ser y el aparecer. Meditación admirable si se tiene en cuenta que nuestro autor ha ido paso a paso despojando a su objeto de las características de intemporalidad, eternidad y trascendencia que una buena parte de la tradición le había otorgado” “… omite toda referencia a la ciencia … “extraña sobremanera que Iberico nunca haya abordado los problemas del subdesarrollo, la dominación, las guerras y la violencia en general” (Ibid, T 1, p. 144)”

Sobrevilla aplaude la metafísica de Iberico como “una gran meditación”, una “meditación admirable” y luego le reclama su falta de ciencia y de – suponemos – filosofía política.

La metafísica la conceptuamos – al margen del método – como la capacidad de fantasear, de divagar, de deambular, sobre todo y sobre nada, vgr., ser, ente, Dios, alma, cosmos (Ibid T1., p. 17)

Este es el supremo ejercicio de Sobrevilla, el sólo divaga, divaga, divaga, consagrando la esquizofrenia como filosofía, demostrando que el niño solo quedó en la mentalidad mítica, pre-lógica del kindergarten de la Pontificia Católica de Lima.

 

II.

Las observaciones del profesor Sobrevilla al pensamiento de Mariano Iberico se van a reproducir en el mismo corte metodológico: todo vale al interior del idealismo contemporáneo, vgr. “el pensamiento de Alberto Wagner de Reyna tratándose de una obra sobre logos, bien podría haber tenido en cuenta el autor (Wagner) las consideraciones de la hermenéutica, de la filosofía analítica y de la semántica filosófica”.

Y para complementar la metódica y la sistemática afirma de que “es conocido que para Heidegger la metafísica cartesiana de la subjetividad sume al hombre, aun mas que la historia anterior del ser, en el olvido de éste, y que el empeño de Heidegger esta cifrado en abandonar la vía del logos y en el recuperar la de la physis (el ser)” (Ibid, pp. 224-226)

Debe de puntualizarse que los novísimos: el post-estructuralista Derrida, el post-modernista Lyotard y especialmente el nazi de Gadamer en “Verdad y “Método” han precisado de que CARECEN DE MÉTODO. Se ha declarado la vacancia del método, aunado a la filosofía analítica que es simplemente una alquimia lingüística (revisar M. Cornforth, Ciencia vs. Idealismo; A. Schaff, Teoría de la verdad en el materialismo y en el idealismo) y la semántica (entendida como el “estudio de la relación de los signos con las cosas que estos representan”. La cantidad de problemas a resolverse “separan la semántica… de la filosofía del lenguaje, según S. W. Blackburn, - Honderich T. ed., Enciclopedia Oxford de Filosofía, Tecnos Madrid, pp. 947,948”.

En síntesis, con una hermenéutica sin método, con una alquimia lingüística (metafísica del lenguaje) y una semántica plagada de problemas, el profesor Sobrevilla nos lleva de asunto en asunto de problema en problema al apocalipsis filosófico, donde hay un auténtico carnaval de pensamientos, en que el clown principal del apocalipsis resulta el argentino Mario Bunge, autor de lo más alucinado, perverso, pervertido y nada informado “Semántica I” y siguientes (siete), Gedisa, Barcelona, 2008; supuesto doctor en matemáticas, autor con el Síndrome de Florentino Ameghino, que ignora a Kurt Godel quien en su teorema “destruía efectivamente todos los intentos de justificar la matemática clásica mediante sistemas formales” (Ibid, op. cit., p. 448)

El profesor Sobrevilla ejerce el derecho de autoridad en la medida de que ha sido clonado en Alemania, el supone que los que no arribaron al primer mundo para ser objeto de un lavado de cerebro o un proceso de neocolonialismo mental, un trabajo de alienación filosófica, carecen de la capacidad de hacer filosofía.

Es penoso, vergonzoso, infantil, pueril que sujetos como Bunge en América Latina y Sobrevilla en el Perú se hayan convertido en los principales gurus, pontífices de la mediocridad. Nunca la farsa se ha impuesto de una manera tan humillante, denigrante, petulante, insolente. Estamos en un circo de mediocres infamantes, en que todo lo que tocan, “escriben”, deviene en la alienación. Nadie sabe nada de nada, repiten como en los tiempos medievales frente al tribunal del santo oficio de la inquisición (Tercer Reich).

La pose de seudoerudito, de niño mitólogo traumado en la Católica y en Alemania, que en medio siglo no ha podido recuperar el juicio, como Proust todavía puede insistir en “busca del tiempo perdido”. Todavía puede superar estas historias de fantasmas metafísicos, teológicos en que las entelequias ideológicas transitan en su conciencia como las procesiones pueblerinas, sembradas de estandartes, de imágenes celestiales, de iconos mitológicos – teológicos.

Las entelequias mitológico – teológicas cobran vida en la metafísica, en la filosofía y se disfrazan de problemas gnoseológicos, lógicos, epistemológicos, éticos, estéticos, antropológicos, etc.

El papel de Sobrevilla de fiscalizador, de sepulturero, de la “Filosofía Nacional”, en que si contrastamos a: Iberico, Wagner de Reyna, Peñaloza y Salazar Bondy, con Guardia Mayorga, la lista de adjetivos calificativos sería infinita. Solo la descalificación de Sobrevilla nos exime de emitir juicios, vgr. “a Iberico le ha faltado más formación y discusión filosófica” (Repensando la tradición nacional, I, p. 144). “Para Wagner la filosofía culmina precisamente en una teología” (Ibid., p. 252). “Peñaloza no tiene ninguna filosofía” (Ibid., p. 376); y en el caso de Salazar Bondy “cuando se comienza a aplicar criterios de calidad mas bien estrictos, es poco lo que se mantiene” (Ibid., p. 592). En síntesis del pensamiento “Filosófico Peruano” no queda nada de nada, incluyendo a su mentor, promotor, benefactor, constructor y hacedor Francisco Miro Quesada, situación que analizaremos en la parte final (por ahora).

Las observaciones a Walter Peñaloza inciden en la misma metodología. Aquí asume una pose más “erudita” que carece de todo fundamento. Habla de gnoseología y de epistemología en una forma que jamás ha dado señales de sapiencia en estas áreas donde podemos evidenciar gravísimas groserías gnoseológicas y epistemológicas. En sus críticas, particularmente a Peñaloza y otras demuestra una falencia brutal de evidencias filosóficas.

Como es su estilo, señala Sobrevilla de que en Peñaloza “se hace difícil aceptar que en esta clasificación se pudiera incluir los métodos de análisis formal del conocimiento, como por ejemplo los procedimientos semióticos o axiomáticos” (Ibid., p. 364). Le sugerimos a Sobrevilla revisar el texto de Juan Antonio Nicolás y María José Frapolli, “Teorías de la verdad en siglo XX, Tecnos, Madrid, 1997, donde no aparece su sublime sabiduría”

Y la otra observación del profesor Sobrevilla referente también a Peñaloza establece de que “No hay en el estudio ningún análisis del concepto actual de teoría y tampoco un planteo siquiera introductorio sobre la clasificación de las ciencias, sobre las epistemologías especiales (Ibid, p. 375)”

La pregunta elemental es, ¿Qué autoridad tiene Sobrevilla para pontificar sobre estos problemas: teoría, clasificación de las ciencias, epistemologías especiales, etc.? Su personalidad proclive a la historia y al arte con contornos metafísicos – teológicos (Repensando la tradición occidental) es total y absolutamente ajena a cuestiones gnoseológicas, lógicas y epistemológicas.

Pero donde alcanza Sobrevilla el climax de su alucinación – alienación – que ya representa una reificación, una cosificación, un “fetichismo” es cuando al referirse a Salazar Bondy se dice y se desdice.

“Original también en alto grado se muestra la filosofía salazariana del valor y entrelaza de una manera peculiar ideas procedentes sobre todo de la fenomenología, de la metodología analítica y de la tradición crítico - trascendental” (Ibid, p. 591)

Y en la pagina siguiente el profesor dice que “En la investigación sobre la distinción entre el ser irreal e ideal se echan de menos conocimientos fenomenológicos básicos; en la filosofía del valor no se ha ligado bien el enfoque fenomenológico con el análisis lingüístico y este con el crítico trascendental” (Ibid, op. cit., p. 592)

Hemos insistido en que la esquizofrenia, la alienación, la cosificación, la reificación, la alucinación, etc., están a la vuelta de la esquina.

El enfoque fenomenológico consiste fundamentalmente en la reducción eidética, “poner entre paréntesis”, la actitud natural para con el mundo; sumamos la alquimia lingüística y nos retrotraemos a Kant. Es realmente todo un espectáculo: el delirio y la alucinación por Kant, Husserl y el neopositivismo.

Los problemas que genera una parafernalia, una alienación, una mitologización, una esquizofrenia en el profesor Sobrevilla se derivan de que:

1.- El considera disciplinas filosóficas a “universos” de divagaciones, especulaciones, alucinaciones, fantasmagorías acerca de: la metafísica, la ontología, la teología, la lógica filosófica, la filosofía de la mente, entre otras perturbaciones psiquiátricas (esquizofrénicas).

2.- Sus fundamentos filosóficos tienen como raíces a: Platón, Tomas de Aquino, Berkeley, Hume, Leibniz, Kant, Hegel, Nietzsche, Heiddeger, Dilthey, Gadamer, Habermas, y otros, quienes no han aportado Nada de Nada a la filosofía. Su función ha sido la de alienar, mitologizar, generar síndromes esquizofrénicos.

3.- Su estructuración conceptual puede definirse como una mescolanza espantosa de discursos logorreicos (exposición total y absolutamente irracional, contra toda estructura racional). El mamotreto establece determinados parámetros a partir de ”cartografías filosóficas”, “mapas”, de pensadores europeos en general y germanos en especial, que son citados con razón o sin ella, sin ton ni son, es una enciclopedia de citas en que sin mediar razón se produce una avalancha citatoria totalmente desquiciada, sin fundamento.

Una ligera revisión de las aseveraciones acerca de la epistemología por parte del profesor Sobrevilla nos demuestra el carácter folklórico irracional del pensador pangermano o germanófilo.

“… la ciencia no habla de una determinada molécula o de un sistema planetario en particular o de una cierta personalidad histórica o de una determinada liga política, sino de una aceleración, de un cambio de temperatura, de un ascenso al trono, de un atentado político, etc.” (Repensando la tradición nacional I, p. 134)

El profesor Sobrevilla no entiende que una ley no es sino la relación constante, necesaria, esencial, principal, causal, regular, estable, entre los fenómenos o entre las propiedades de los objetos materiales (o los procesos materiales). El profesor parece pretender que las “leyes” son Formas Platónicas o entelequias mitológicas tipo Tomas de Aquino. El pobre niño fue traumado en el kínder de la Católica y clonado en Alemania, y quizás podría todavía ser reeducado en el Perú en la octava centuria.

Otra de sus perlas folklóricas es la que establece de que: “en las ultimas décadas se ha podido mostrar el carácter empírico y explicativo de casi todas las ciencias sociales: la economía, la sociología, la psicología, la antropología y ahora la lingüística” (Ibid, T I, p.733)

Las preguntas a Sobrevilla implican: 1. ¿Qué quiere decir con empírico y explicativo en las ciencias sociales?, 2. ¿A partir de que establece que la sociología, la antropología ¿Cuál? o la lingüística son ciencias?

Consideramos oportuno sugerirle algunas lecturas al “sabio”, al “erudito” Sobrevilla (seudo); para el caso de la historia, le recomendamos Kon I.S. (El idealismo filosófico y la crisis del pensamiento histórico) Fontana J. (Historia), Lukacs (El asalto a la razón). Para la sociología, Bottomore T. et-al (Historia del análisis sociológico), Giddens A. (Política sociología y teoría social), Gouldner A. W. (La sociología actual: renovación y crítica), Ritzer G., Teoría sociológica moderna. Y para la psicología, siquiera el texto de A. Merani (Historia critica de la psicología.

En el caso de la Antropología le sugerimos: Harris M. (El desarrollo de la teoría antropológica), Tokarev S. A. (Historia de etnografía), Winkler E., Schweikhardt J., (El conocimiento del hombre). Cabe insistir que en casi la totalidad de ciencias sociales: en economía, en historia, en psicología y en las seudociencias sociales: sociología, antropología, lingüística, se han producido contradicciones entre la concepción marxista y las otras interpretaciones idealistas y metafísicas.

En el Perú los antropólogos y sociólogos han aportado con la mas grande contribución al estado burgués: con la categoría del SOPLONAJE, desde el IEP hasta la CGTP y Patria Roja: Matos Mar, Cotler, Quijano, Rospigliosi, Degregori, Tapia, Lévano y otros filisteos, sicofantes en educación (Lynch, Vexler, Murrugarra, y otros especímenes que deberían de gozar de cadena perpetua por la Emergencia Educativa).

El apocalipsis del profesor Sobrevilla va a desembocar en la lógica y en la matemática. Al constituirse en testaferro, palafrenero, ventríloquo, ayudante, asistente, etc., de Miro Quesada, ha reproducido como títere, marioneta, espantajo, las conceptuaciones, divisiones, clasificaciones, definiciones y en esa misma medida ha colapsado demostrando una total y absoluta ignorancia del estado de la cuestión.

En lógica al desconocer o ignorar el trabajo de Susan Haak “Filosofía de las lógicas” (ingles 1978, español 1982), reproduce a Miro Quesada y comete un suicidio por adulón y sobón, repitiendo las lógicas neoclásicas (intuicionista, modal, polivalente) probabilística, temporal, para consistente, libre, difusa, no proposicional (Ibid, pp. 686,691). Y luego prosigue con las lógicas heterodoxas (Ibid., pp. 712,728).

Nosotros modestamente le sugerimos al “sabio” Sobrevilla que recuerde la clasificación de Susan Haak; insinuamos: 1. Lógica tradicional (silogística aristotélica), 2. Lógica clásica (cálculo bivalente de oraciones, cálculo de predicados), 3. Lógicas extendidas (lógicas modales, lógicas temporales, lógicas deónticas, lógicas epistémicas, lógicas de la preferencia, lógicas imperativas, lógicas erotéticas (interrogativas). 4. Lógicas divergentes (lógicas plurivalentes, lógicas intuicionistas, lógicas cuánticas, lógicas libres). 5. Lógicas inductivas. (Haak S., filosofía de las lógicas., p.24)

La catalepsia metafísica teológica, ultrarelativista, ultraeclética, ultrasincrética del profesor Sobrevilla se refleja en reiterados juicios acerca de la filosofía de las matemáticas – que nos dio un derrotero de la seudo-supererudición - , de la seudo-cultura, de la simulación de presentarse como culto, informado “ilustrado” (¿Sabrá esta temática?), cuando el citado académico andaba en la vía pública, en la calle de la dolorosa, de las angustias y de la amargura.

Sus vuelos apocalípticos al margen de la mínima cultura científica en general y de la cultura matemática en particular, son más que elocuentes.

“Miro Quesada, examina así las posiciones “Platónica”, intuicionista, formalista, logicista, analicista, pragmatista y noneísta (expuesta por R. Routley) en torno a la verdad en matemáticas presentando sus virtudes y defectos” (Repensando… I,p.737)

La prueba de que Sobrevilla ignora, desconoce el ABC de la filosofía de la matemática se deriva de su status servil, de monaguillo de Miro Quesada, que le impide saber de que en la filosofía de las matemáticas solo hay 03 (tres) posiciones filosóficas: 1. Logicismo (Frege, Peano, Russell, Whitehead, Carnap, Quine, Church, reduce la matemática la lógica) 2. Intuicionismo (Poincaré, L. E.J. Brouwer, Weyl, Heiyting) 3. Formalismo (Hilber, Bernays, Von Neumann, Godel, Skolen, Ackerman, Curry, Kleene) postula que la matemática puede formalizarse por completo (Bell E.T., historia de las matemáticas, pp.572, 591. Dynnik M. A. et-al historia de la filosofía, T VII, pp. 324-330. Lora Cam J. F. W., filosofía, 2006, pp. 113,114)

Las presentes notas las hemos redactado por una obligación moral e intelectual con las masas explotadas y con los intelectuales honestos, decentes, dignos, comprometidos con su pueblo, en un proyecto nacionalista, patriótico, socialista y comunista, enfrentado a los sirvientes, lacayos, filisteos, sicofantes de la burguesía disfrazados de seguidores de Marx, de Mariátegui, de Vallejo. Sepulcros blanqueados en el kínder de la Católica y clonados por el Tercer Reich Neonazi.

 

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