PREPAREMOS EL DESQUITE

"Resulta imposible concebir lo que Espa�a ha realizado si no se cuenta como elemento fundamental de la Victoria la decidida protecci�n del cielo".
"Heraldo de Arag�n", del 2 de abril de 1939.

Este trabajo a�n no hab�a salido de la imprenta ni visto el d�a cuando el �ltimo acto de la guerra civil se ha desarrollado ante nuestros ojos. El gobierno de la Junta Miaja-Casado s�lo ha tenido, tal como hab�amos previsto hace un mes, un car�cter epis�dico. No ha hecho m�s que cederle la mano a Franco.
Hace un mes escribimos (ver el cap�tulo "El Pronunciamiento de Miaja-Casado"):
"Garc�a Oliver no ha sido recompensado par su traici�n de mayo, Comorera y Negrin tampoco. La suerte de Miaja, Casado y de sus seguidores no ser� mejor.
En cuanto al proletariado, no tiene elecci�n posible. Incluso en el caso de derrota total, es en la medida en que resista y haga pagar caros al fascismo sus avances como podr�a reagrupar sus fuerzas y preparar el desquite."
Una vez m�s, nuestras previsiones se han confirmado. Miaja, Casado, Besteiro, seguidos de ciertos cenetistas y de algunos caballeristas, esperaban, o en todo caso fing�an esperar, "una paz honorable" y la clemencia de Franco. Se elevaron algunas voces en el extranjero, en la extrema izquierda, que apoyaban abierta o t�midamente a la Junta Miaja-Casado y ve�an, en su orientaci�n, un "intento de salvar vidas humanas".
As� pues, toda la Espa�a central y Madrid fueron entregados a Franco. El valeroso proletariado de Madrid y de Valencia sufre a su vez la misma suerte que el proletariado catal�n. El terror blanco reina. Los pelotones de ejecuci�n funcionan sin parar. Los campos de concentraci�n se llenan de centenares de miles de proletarios. �Incluso Besteiro, el traidor Besteiro, esta detenido! Nosotros escribimos, "No tendr� propina" - y no la ha tenido.
Despu�s de la toma del poder por Hitler en Alemania, en 1933, la socialdemocracia dio un voto de confianza al "Fuhrer", y ciertos dirigentes sindicales se imaginaban que pod�an integrar los sindicatos libres en el r�gimen fascista. Pero, algunas semanas despu�s, los sindicatos libres fueron disueltos por Hitler. �Seis a�os despu�s, el mismo fen�meno se reproduce en Espa�a con los que esperaban obtener una amnist�a de parte de Franco...! �Y toda esa pl�yade de reformistas trata de ut�picos a los marxistas revolucionarios, partidarios de la IV Internacional!
No es para dar la amnist�a que Franco, instrumento de la reacci�n capitalista y feudal, ha llevado a cabo una guerra a ultranza contra el proletariado, sino para exterminar a su vanguardia. Los que hablaban de "salvar vidas humanas" sirvi�ndose de la Junta Miaja-Casado no conoc�an la naturaleza del fascismo. Los militantes poumistas, anarquistas, comunistas e incluso socialistas y republicanos, son exterminados. En la Espa�a central pocos antifascistas han podido salvarse, ya que los dem�cratas se han lavado las manos y les han negado sus barcos. Evidentemente, Miaja, Casado, Vall, etc., han podido tomar aviones, pero en nuestra �poca los aviones est�n siempre a disposici�n de los gobernantes que huyen...
Repit�moslo, el pronunciamiento de Miaja y Casado fue un crimen, un crimen contra el proletariado, contra la rep�blica, un crimen que tambi�n habr� de pagarse alg�n d�a. Miaja-Casado asesinaban a las obreros comunistas, comenzando as� el trabajo que seguir�a el Verdugo Mayor, Franco. �Mil veces verg�enza a los que se han asociado al crimen!

"La guerra ha terminado" comunica el estado mayor franquista. "La peste roja" ha sido aplastada. Los burgueses espa�oles y del mundo entero pueden respirar. Pueden lanzar m�s f�cilmente a millones de proletarios a la carnicer�a imperialista.
En Espa�a reina el orden... Se mata, se tortura a los mejores entre los mejores combatientes del proletariado. El periodista anarquista Mauro Bajatierra se ha hecho matar en su casa despu�s de disparar el ultimo cartucho... �Cu�ntos Mauro Bajatierra hubo en Espa�a? Sin duda varios miles.
�Franco ha ganado! El capitalista, el terrateniente, el noble, el marqu�s, recobran la plenitud de sus derechos. El reinado del cura, de la guardia civil, vuelve a comenzar. Se reconstruyen las iglesias, los curas se pasean por Puerta del Sol y las beatas les besan la mano.
El Comit� de No-Intervenci�n ha terminado sus trabajos y ha despedido a su personal. El nuevo Papa "antifascista" felicita a Franco. Hitler y Mussolini hacen otro tanto. Chamberlain tiene una preocupaci�n menos: la guerra civil Espa�ola le estorbaba. Los embajadores democr�ticos se inclinan ante el nuevo amo.
"Madrid, que hab�a de ser la tumba del fascismo, ser� la tumba del bolchevismo" proclama Mussolini. Ya se est� preparando el desfile de la Victoria en Madrid.
�Dictadores fascistas, Hitler, Mussolini, Franco, creadores de nuevos imperios, torturadores y megal�manos rid�culos, sois enanos y pigmeos de la historia! �Sois el subproducto de una �poca decadente, de un r�gimen condenado! �A pesar de vuestras victorias, vuestro camino no tiene salida y os conduce hacia el abismo!
Muy distinta es la revoluci�n proletaria: sus recursos son inextinguibles. El socialismo y su expresi�n moderna, el bolchevismo, son para vosotros defensores del r�gimen podrido, como ese monstruo mitol�gico: se le cortaba cabeza y una decena ocupaban su lugar. Los recursos de la revoluci�n proletaria se encuentran en el desastre ineluctable de las fuerzas productivas, en las contradicciones inextricables y siempre crecientes del r�gimen capitalista.

La fuerza del fascismo nace del hecho de que el proletariado, moment�neamente, se encuentra sin direcci�n revolucionaria. "�Franco ha ganado la guerra!" En la misma medida en que Marty luchaba en Madrid...
Los peri�dicos franquistas enumeran con sus nombres batallones que han entrado en Madrid y publican fotos de los gloriosos generales... Espa�a es desde hace siglos el pa�s en el que hay generales que no han ganado ni dirigido ninguna batalla. Y sigue igual.
Barcelona, Madrid, no han sido conquistadas por vosotros, Franco, Queipo de Llano, bufones sangrientos pero rid�culos. Barcelona y Madrid os han sido entregadas por los jefes del Frente Popular. A pesar de la ayuda que hab�is recibido de vuestros patronos italianos, alemanes, a pesar de los centenares de aviones, el abundante material de guerra, a pesar de la ayuda que hab�is recibido de las democracias a consecuencia de la pol�tica de no intervenci�n, a pesar del bloqueo que fue impuesto al proletariado espa�ol, a pesar de la m�xima y eficaz ayuda que hab�is recibido de los jefes del Frente Popular, hab�is necesitado treinta y cuatro meses para acabar con el heroico proletariado espa�ol, �y vali�ndoos de la suprema traici�n de Miaja-Casado! �Fascistas, a pesar de vuestras victorias sois impotentes!
No ha sido la ayuda del cielo la que os ha permitido vencer, sino una fuerza m�s material: ha sido Stalin, el gran organizador de derrotas, con sus aliados del Frente Popular.
El mismo que en los s�tanos de la Lubianka asesin� a la vieja guardia bolchevique, el mismo que, con su criminal pol�tica, ayud� en 1927 al aplastamiento de la revoluci�n china, el mismo que en 1933 ayud� a Hitler, es el mismo que ha abierto en 1939, con sus asociados del Frente Popular, las puertas a Franco.
Pero estos treinta y cuatro meses no han pasado sin dejar huellas. Los obreros espa�oles han aprendido, y lo han aprendido muy bien, a servirse de las armas, y han aprendido tambi�n a servirse de las armas contra sus enemigos de clase. No han sido vencidos, sino enga�ados, traicionados y entregadas. Meditar�n sobre las causas de su derrota. El r�gimen franquista s�lo les proporcionar� una mayor miseria, la esclavitud y el terror, pero Franco no sabr� resolver los problemas candentes de la sociedad espa�ola. El campesino andaluz quiere la tierra. El obrero catal�n sabe que se puede dirigir la fabrica sin la ayuda del capitalista. Ha sido traicionado y enga�ado por los jefes del Frente Popular, pero ha aprendido mucho. Las lecciones del "bienio rojo" que os asustan, se�ores fascistas que prepar�is "vuestro desfile de la victoria", viven en la conciencia de cada explotado de Espa�a. Estas lecciones tomar�n m�s cuerpo cada d�a.
El proletariado espa�ol prepara su grandioso desquite. La IV Internacional, que sabr� extraer todas las lecciones de la derrota, lo ayudar� y formular� el programa de la futura revoluci�n proletaria en Espa�a.

19 de abril de 1939 - M. CASANOVA

 

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